viernes, 9 de agosto de 2019
martes, 27 de noviembre de 2018
LOS COMUNEROS
Junto con la revuelta de las Germanías de Valencia y de Mallorca, la guerra de las Comunidades de Castilla, 1520-1522, fue la primera revolución de la época moderna representando la lucha de la burguesía municipal contra la realeza y la nobleza, el primer intento moderno de constitucionalismo antiabsolutista, precedente lejano del liberalismo de nuestra Edad Contemporánea, en Toledo se llegó hablar de un sistema republicano.
Tras la derrota de las tropas comuneras en Villalar con las ejecuciónes de Padilla, Bravo y Maldonado dejaron descabezada la revuelta.
Hubo algún cabecilla más como la viuda de Padilla, María Pacheco, en Toledo o Pedro de Ayala, Conde de Salvatierra, el único noble adherido con una tropa de dos mil hombres al movimiento comunero también el obispo de Zamora, Antonio de Acuña, que al estilo, trescientos años antes, de los "curas trabucaires" de la guerra de la Independencia, organizó una tropa e hizo campaña por toda la Tierra de Campos y hostigado por las tropas del Conde de Benavente se refugió unos días en Torrelaguna desde donde anunció que iba a tomar posesión del Arzobispado de Toledo lo que levantó el entusiasmo de los partidarios comuneros e hizo que fuese recibido con vítores en Alcalá de Henares, dirigiéndose posteriormente a Toledo el último foco de resistencia.
La victoria de Carlos I y su posterior perdón general no incluyó a María Pacheco, que siguió resistiendo en Toledo y en la toma de la ciudad por las tropas realistas logró huir a Portugal, donde moriría exiliada, ni tampoco a Antonio de Acuña, encarcelado en el Castillo de Simancas al no poderse ejecutar a un religioso, pero que al final lo sería por un intento de fuga el 24/3/1526, hecho por el que Carlos I fue excomulgado "por ordenar el ajusticiamiento de un prelado de la iglesia" lo que influyó en las malas relaciones que mantenía en esta época con el papado que acabarían con el "saco de Roma" de 1527.
*Cuadros: 1º- La ejecución de Padilla, Bravo y Maldonado en Villalar de Antonio Gisbert.
2º- Comunicado a María Pacheco de la ejecución de su marido de Vicente Borrás
Tras la derrota de las tropas comuneras en Villalar con las ejecuciónes de Padilla, Bravo y Maldonado dejaron descabezada la revuelta.
Hubo algún cabecilla más como la viuda de Padilla, María Pacheco, en Toledo o Pedro de Ayala, Conde de Salvatierra, el único noble adherido con una tropa de dos mil hombres al movimiento comunero también el obispo de Zamora, Antonio de Acuña, que al estilo, trescientos años antes, de los "curas trabucaires" de la guerra de la Independencia, organizó una tropa e hizo campaña por toda la Tierra de Campos y hostigado por las tropas del Conde de Benavente se refugió unos días en Torrelaguna desde donde anunció que iba a tomar posesión del Arzobispado de Toledo lo que levantó el entusiasmo de los partidarios comuneros e hizo que fuese recibido con vítores en Alcalá de Henares, dirigiéndose posteriormente a Toledo el último foco de resistencia.
La victoria de Carlos I y su posterior perdón general no incluyó a María Pacheco, que siguió resistiendo en Toledo y en la toma de la ciudad por las tropas realistas logró huir a Portugal, donde moriría exiliada, ni tampoco a Antonio de Acuña, encarcelado en el Castillo de Simancas al no poderse ejecutar a un religioso, pero que al final lo sería por un intento de fuga el 24/3/1526, hecho por el que Carlos I fue excomulgado "por ordenar el ajusticiamiento de un prelado de la iglesia" lo que influyó en las malas relaciones que mantenía en esta época con el papado que acabarían con el "saco de Roma" de 1527.
*Cuadros: 1º- La ejecución de Padilla, Bravo y Maldonado en Villalar de Antonio Gisbert.
2º- Comunicado a María Pacheco de la ejecución de su marido de Vicente Borrás
viernes, 26 de octubre de 2018
UN ALCALDE PARA LA CIUDAD DE LOS CUATRO NOMBRES
Siendo tiempos en que era LA PLATA fue su regidor y alcalde ordinario GREGORIO DE MOYA Y PALACIOS, nacido en Torrelaguna, Maestre de Campo, que había pasado desde España al Nuevo Reino de Granada en 1671 con el séquito de Alonso Vélez de Guevara cuando este fue nombrado por el rey Corregidor y Justicia Mayor de San Sebastián de Mariquita (actual Colombia) y Visitador de la Caja Real de Los Remedios.
Existe documentación de que su padre y su abuelo, Miguel y Gregorio de Moya, eran de Torrelaguna y una bisabuela paterna, María, de Talamanca. Casó ya en América con María Bárbara González Picón y su descendencia quedó por el antiguo virreinato del Perú.
Existe documentación de que su padre y su abuelo, Miguel y Gregorio de Moya, eran de Torrelaguna y una bisabuela paterna, María, de Talamanca. Casó ya en América con María Bárbara González Picón y su descendencia quedó por el antiguo virreinato del Perú.
sábado, 4 de agosto de 2018
FRANCISCO SALAZAR Y LA EXPULSIÓN DE LOS JESUITAS
Por la Pragmática Sanción de abril de 1767, dada por Carlos III, se expulsaba a los jesuitas de todos los dominios de la Corona de España incluyendo los de Ultramar, decretaba también la incautación de todo el patrimonio de la Compañia de Jesús. Las razones de esta expulsión hay que buscarlas en el apoyo de los jesuitas al Papa en sus enfrentamientos con los gobiernos europeos, también se los acusaba de estar relacionados con el Motín de Esquilache de 1766, pero ya en agosto de 1765, la secretaría de Gracia y Justicia tenía un informe sobre las tendencias a favor o en contra de la Compañia de Jesús de la mayor parte de los ministros de los Consejos, Chancillerías y Audiencias del Reino. Entre los ministros investigados tenemos a Francisco Salazar y Agüero, que era calificado como "...indiferente, pero menos adicto a los jesuítas...".
Francisco Salazar y Agüero había nacido en Torrelaguna el 7-9-1699, hijo de los también torrelagunenses Alonso Salazar y Rojas y de Josefa de Agüero. Perteneció al Consejo Real, fue Oidor de la Chancillería de Granada y Ministro del Consejo de Castilla. Falleció en Madrid el 19-4-1771, siendo durante sus últimos años de vida Regidor de Torrelaguna.
Había casado en 1737 con Luisa Alvarez de Toledo y Navacerrada con la que tuvo cinco hijos: Francisco, Manuel, Antonio, Rosa y María.
Para saber más:
Tomismo y jesuitismo en los tribunales españoles en vísperas de la expulsión de la Compañia de Jesús
La expulsión de los jesuitas (Blog: PASEANDO POR LA HISTORIA)
La expulsión de los jesuitas de Sonora
Francisco Salazar y Agüero había nacido en Torrelaguna el 7-9-1699, hijo de los también torrelagunenses Alonso Salazar y Rojas y de Josefa de Agüero. Perteneció al Consejo Real, fue Oidor de la Chancillería de Granada y Ministro del Consejo de Castilla. Falleció en Madrid el 19-4-1771, siendo durante sus últimos años de vida Regidor de Torrelaguna.
Había casado en 1737 con Luisa Alvarez de Toledo y Navacerrada con la que tuvo cinco hijos: Francisco, Manuel, Antonio, Rosa y María.
Para saber más:
Tomismo y jesuitismo en los tribunales españoles en vísperas de la expulsión de la Compañia de Jesús
La expulsión de los jesuitas (Blog: PASEANDO POR LA HISTORIA)
La expulsión de los jesuitas de Sonora
miércoles, 30 de mayo de 2018
APUNTE TAURINO DE 1895
Bartolomé Jiménez Najar, conocido como "Murcia", fue un torero de finales del s. XIX, nacido en Jumilla (Murcia) en 1867, del que recojo el siguiente dato de su biografía:
"...El año 1895 resultó especialmente positivo para 'Murcia', ya que triunfó en Molina de Aragón, Torrelaguna y Madrid, con "quiebros de rodillas colosales". La revista 'El Toreo' de Madrid, publicó su foto y biografía, elogiando su buen hacer..."
"...El año 1895 resultó especialmente positivo para 'Murcia', ya que triunfó en Molina de Aragón, Torrelaguna y Madrid, con "quiebros de rodillas colosales". La revista 'El Toreo' de Madrid, publicó su foto y biografía, elogiando su buen hacer..."
martes, 1 de mayo de 2018
LA MADRE DEL POETA GERARDO DIEGO
El 19 de diciembre de 1954 era inaugurada la Biblioteca Juan de Mena en Torrelaguna, al acto acudiría, en representación de la Real Academia Española, el poeta Gerardo Diego Cendoya, (Santander, 1896 - Madrid, 1987), dio un breve y bonito discurso recordando a su madre que había vivido algunos años de su mocedad en la Torrelaguna del siglo XIX:
« Inaugurar una Biblioteca siempre es un acto memorable. Y si se trata de una Biblioteca Popular, especialmente simpático. La vida intelectual en las pequeñas capitales, en las villas y aldeas ha cambiado mucho y se ha enriquecido de posibilidades según ha venido avanzando nuestro siglo. La radio, el cine, los discos abaratan la cultura, la música, la ciencia y las letras y las sirven a domicilio o en locales de reunión social poco menos que gratuitamente. Con el mínimo esfuerzo. Y ésta es la peligrosa paradoja de la extensión cultural moderna. Porque a mínimo esfuerzo, mínima adquisición y provecho espiritual. Por eso debemos cuidar del libro, de su difusión y propaganda, de que no falten algunos libros esenciales, libros de devoción, de ciencia y técnica, de buena literatura en todos los hogares como consecuencia de los núcleos selectos de las bibliotecas estatales, provinciales y municipales. Porque el libro, como forma de materialización física y bibliográfica de la cultura, podrá estar en decadencia o en peligro de desaparición ante el empuje de los discos, cintas, hilos, microfilmos o demás invenciones de la industria humana, a vueltas con los problemas del espacio, del peso y de la combustibilidad. Pero el libro, lo que hoy entendemos por libro y que siempre seguirá siendo el libro, cualquiera que sea la forma en que se nos ofrezca, es el compañero insustituible, el silencioso consejero que nos fuerza a pensar y a sentir, a colaborar con él y a educarnos en el ejercicio activo de la mente.
He venido aquí representando indignamente a la Real Academia Española y sólo esta representación puede justificar el que os hable. Torrelaguna celebra hoy la apertura inaugural de la Biblioteca «Juan de Mena». Y estos dos nombres, el de Torrelaguna y el de Juan de Mena, evocan en mí entrañables emociones. El nombre de Torrelaguna porque está unido al recuerdo de mi santa madre que aquí vivió los años de su mocedad y aquí hizo su noviciado en la lengua de Castilla, ella, la doncellita vascongada de Madariaga, el caserío de Azcoitia, donde nadie hablaba entonces si no vascuence.
Y esa palabra, Torrelaguna, armoniosa y luminosa, con sabor a sierra y a poesía, resonaba en los oídos de un niño que, de la mano de don Marcelino Menéndez Pelayo en las páginas de su «Antología de Líricos Castellanos», aprendía el ritmo de su lengua en los versos del poeta cordobés, en sus coplas de arte mayor, vigorosas, férreas, cuadradas, macizas como conviene al asunto grandioso que las inspira. Hasta los neologismos nobilísimos y arriesgados sonaban a los oídos del escolar como fiel contraste de metal precioso que por nada del mundo malgastaría en sustituirlos por moneda más baja y usadera. Y avanzaban como cuadrigas de bridones con sus cuatroacentos equidistantes los versos heroicos del poeta:
Con dos cuarentenas y más de millares
le vimos de gentes armadas a punto,
sin otro más pueblo inerme allí junto,
entrar por la vega talando olivares, .
tomando castillos, ganando lugares,
haciendo con miedo de tanta mesnada
con toda su tierra temblar a Granada,
temblar las arenas, fondón de los mares .
Gran poeta Juan de Mena, el primero que crea un lenguaje poético y se alza sobre las inferiores categorías de juglares y trovadores. Esta Sierra le vio muchas veces solo o con su gran amigo don Iñigo, el Marqués de Santillana, cruzar sus puertos y recogerse en sus castillos o en sus albergues, yendo o viniendo de Segovia a la Nueva Castilla y a la Andalucía. Y Torrelaguna o Tordelaguna tuvo el triste y piadoso privilegio de recogerle enfermo y maltrecho, probablemente agotado su frágil cuerpo de humanista, el rostro pálido, gastado del estudio, envejecido prematuramente por las largas vigilias. Y aquí en Torrelaguna hubo de rendir su alma a Dios el que naciera en Córdoba la llana, el huerfanito de padre y madre que había de ser en cambio adoptado por las musas. Con el orgullo natural en todo poeta prometió un día a una dama, tratando de convencerla de que depusiera su esquivez, la perennidad de las amadas de mortales, de las musas de carne y hueso salvadas para el futuro por las palabras de oro y fuego.
«Yo vos suplico y vos ruego—me libredes de esta pena,—casi muero
en este fuego—no quizá fallareys luego—cada día un Juan de Mena.»
No; no se halla cada día un Juan de Mena. Nacen de tarde en tarde, y es mucha suerte para una mujer sobrevivir en las estrofas de un gran poeta. Séalo también para esta flamante Biblioteca un adjetivo que le gustaría a su padrino el poeta: nacer a la vida alta y clara de Castilla con el nombre esclarecido de Juan de Mena.»
miércoles, 7 de febrero de 2018
EL DESTIERRO DE MARÍA DEL CARMEN
El destierro en tu mismo país era un castigo que antiguamente se utilizaba mucho, alejarte del lugar donde habitabas o habías nacido a regiones más lejanas, por algún delito cometido o simplemente por política, como el que sufrió en este caso María del Carmen Villavicencio de Fulgosio, desterrada a Torrelaguna en la década de los treinta del s.XIX, por ser la madre de tres militares: Dámaso, José y Francisco Fulgosio y Villavicencio, partidarios de Don Carlos y no de Isabel, en la sucesión al trono tras la muerte de Fernando VII.
El convenio de Vergara de 1839, que puso fin a la primera guerra carlista, en el que firmarían entre otros Francisco como Brigadier y José como coronel del ejército carlista, los rehabilitaría al nuevo ejército isabelino.
En 1841 Dámaso y José se implicarían en otro suceso que tiene relación con Torrelaguna a través del general Manuel Gutiérrez de la Concha, otro de los implicados en el asalto al Palacio Real para hacerse con la niña reina Isabel II y sacar del poder a Espartero, golpe fallido, Dámaso al igual que el general Diego de León sería detenido y fusilado, José tuvo más suerte al igual que Manuel Gutiérrez de la Concha que pudo huir a Italia, él lo hizo a Portugal.
El convenio de Vergara de 1839, que puso fin a la primera guerra carlista, en el que firmarían entre otros Francisco como Brigadier y José como coronel del ejército carlista, los rehabilitaría al nuevo ejército isabelino.
En 1841 Dámaso y José se implicarían en otro suceso que tiene relación con Torrelaguna a través del general Manuel Gutiérrez de la Concha, otro de los implicados en el asalto al Palacio Real para hacerse con la niña reina Isabel II y sacar del poder a Espartero, golpe fallido, Dámaso al igual que el general Diego de León sería detenido y fusilado, José tuvo más suerte al igual que Manuel Gutiérrez de la Concha que pudo huir a Italia, él lo hizo a Portugal.
sábado, 3 de febrero de 2018
(EL TOISÓN DE ORO) . III. DE LA PRINCESA ISABEL DE CASTILLA (LA EMBAJADA DE BORGOÑA)
Desde Alcalá de Henares el Arzobispo de Toledo, Alonso Carrillo de Acuña, mandó hasta Tordelaguna a Gómez Manrique, hombre de letras y armas, además de tío y maestro del célebre poeta Jorge Manrique, al mando de cincuenta caballeros, "mui ataviados", para recibir y llevar hasta Alcalá una embajada de Borgoña que venía a cumplimentar a los príncipes Fernando e Isabel.
COLLAR DE LA ORDEN DEL TOISÓN DE ORO
martes, 25 de julio de 2017
TERCERA GUERRA CARLISTA, SUPRESIÓN DE LA PARADA DE SEMENTALES
Durante la Tercera Guerra Carlista (1872-1876), por Real Orden de fecha 11 de febrero de 1875:
"...se ha servido aprobar la distribución de caballos sementales en las paradas provisionales que deben establecerse en la próxima temporada de cubricion de yeguas; debiendo suprimirse las de Torrelaguna, Puente del Arzobispo e Infantes, en atención a las circunstancias por que el país atraviesa y estar expuestas a ser presa de los carlistas..."
La Parada de Sementales de Torrelaguna funciono hasta mediados de los años 80 del siglo XX, yo la conocí en dos ubicaciones diferentes, la actual Casa de la Cultura y después los terrenos en los que está ahora la Piscina Municipal. Era un servicio que se ocupaba de prestar el ejército durante tres o cuatro meses de primavera, trayendo varios sementales de caballos y burros de pura raza para cubrir yeguas y burras a particulares de toda la comarca.
domingo, 16 de julio de 2017
SANTORCAZ
Castillo de Santorcaz, foto de Pedro Ma Vargas Arévalo
En el Castillo de Santorcaz sufrió cárcel durante siete años el torrelagunense Cardenal Cisneros:
Extracto del libro CISNEROS. UN CARDENAL ENTRE DIOS Y EL REY. Carlos Navarro y Rodrigo. Guadarramistas Editorial "...una gracia obtuvo al retirarse de Roma, que fue origen para él de hondas amarguras y grandes persecuciones. Le otorgó el papa un breve, en virtud del cual debía dársele posesión del primer beneficio que vacase en la diócesis de Toledo. El uso de estos tiempos, dice Flechier, había introducido esta suerte de provisiones, llamadas bulas o gracias expectativas; pero contra ellas protestaban los obispos porque las suponían, y no sin razón, una mutilación de sus derechos y un ataque a su autoridad. Así es que cuando Cisneros quiso ocupar, apoyado en el breve pontificio, el arciprestazgo de Uceda, vacante en 1473 por muerte del que lo poseía, se encontró con que D. Alonso Carrillo, arzobispo de Toledo, había provisto dicho beneficio en uno de sus limosneros, y al tener noticia este prelado de la resistencia que opuso Cisneros a ser desposeído, resolvió usar con él de gran severidad, mandándole prender y haciéndole encerrar en la torre del mismo Uceda, esperando conseguir por este medio que renunciara a su beneficio. No se dobló Cisneros con la persecución, antes, por el contrario, manifestó aquella entereza de carácter que tanto crédito le había de dar más tarde como ministro y como prelado, puesta al servicio de causas más justas y desinteresadas, por lo cual aumentó la saña de Carrillo, que le hizo trasladar a más dura prisión, a la torre de Santorcaz, que entonces era la cárcel de los clérigos viciosos y rebeldes de la diócesis.
Durante los siete años que sufrió de cautiverio, Cisneros estuvo completamente entregado a la oración y al estudio, logrando su libertad, bien porque el arzobispo se rindiera a tanta firmeza, o se cansara de perseguirle, bien porque cediese a los ruegos de su sobrina la condesa de Buendía. No quiso, sin embargo, Cisneros seguir bajo la jurisdicción de un prelado que tan severo y hasta cruel se le había manifestado, por lo cual permutó su beneficio con la capellanía mayor de la iglesia catedral de Sigüenza, a cuya cabeza estaba entonces el justamente célebre cardenal Mendoza."
En este castillo también fueron encarcelados otros personajes ilustres como la Princesa de Éboli y Charles Watteville de Joux, embajador de España ante Inglaterra en tiempos de Felipe IV, por un incidente en Londres con la delegación francesa en la que hubo varios muertos y heridos saliendo victoriosa la parte española y por lo que el rey francés Luis XIV expulsó al embajador español en París y amenazó de guerra a España si no se depuraban responsabilidades. Charles tuvo que volver a España y fue encarcelado durante cuatro años en Santorcaz, de él dijo el primer ministro inglés Lord Clarendon:"Wateville era un hombre rudo, que parecía del campo, pero que realmente conocía las intrigas de la corte mejor que la mayoría de los españoles, y, excepto cuando su pasión lo sorprendió, fue cauteloso y astuto en sus negociaciones".
martes, 27 de junio de 2017
DOS CITAS AL PUEBLO DESDE AMÉRICA EN S.XVI
Dos escritores nombraron a Torrelaguna, desde América en el S.XVI, por diferentes motivos, pero se encontraban opuestas sus ideas en cuanto a la explotación y abusos de los conquistadores sobre los indios.
Por un lado tenemos a favor de los conquistadores y al que los indios no le provocaban ninguna clase de compasión, como dejó escrito y defendió a GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO, Cronista de Indias, que escribió esto en la isla La Española (República Dominicana y Haiti) en 1556, en su obra "Quincuagenas":
Dichosa Tordelaguna
que tienes a Johan de Mena
cuya fama tanto suena
sin semejante niguna.
Él dejó tanta memoria
en el verso castellano,
que todos le dan la mano.
¡Dios le dé a él su gloria!
Por el otro, tenemos al padre franciscano JERÓNIMO DE MENDIETA, en cuánto a la denuncia de los abusos de los conquistadores y sus ansias de riqueza, que pasa a México en 1554 y en 1577 escribe desde allí la obra "HISTORIA ECLESIÁSTICA INDIANA", cuyo contenido fue tal que la Casa Real impidió su publicación y no fue impresa hasta 1870 en México y en la cual nombra al pueblo, alabando el trabajo de fray Pedro de San Sebastián en Nueva España:
"... y el dicho padre provincial las pasó bien grandes, por que hubo de ir a España y en la mar cayó en manos de ingleses, que lo llevaron a Inglaterra y rescatado murió en España, en el convento de Tordelaguna, de la provincia de Castilla."
*Imágenes de los libros: "HISTORIA GENERAL DE LAS INDIAS" de GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO e "HISTORIA ECLESIÁSTICA INDIANA" de JERÓNIMO DE MENDIETA.
jueves, 27 de octubre de 2016
ITINERARIO DE ENRIQUE III
Enrique III (El Doliente), 1379-1406, Rey de Castilla, estuvo en Tordelaguna camino de Segovia del 23 al 27 de abril de 1406, el último año de su vida, marcado por su mala salud y una tensa situación con el Reino de Granada en la que preparaba una intervención ante la escalada de acciones musulmanas en los territorios fronterizos.
Catalina de Lancaster, ya reina viuda, también estuvo en Torrelaguna desde donde el 16/9/1408, hizo una conminación a los condes de Trastámara para que abandonasen el Real Manzanares del que violentamente se habían apoderado.
martes, 18 de octubre de 2016
DE UN MÉDICO Y UN LIBRO DEL AÑO DE 1600
miércoles, 14 de mayo de 2014
VACANTE DE MAESTRA
El martes 9 de enero de 1883 el DIARIO OFICIAL DE AVISOS DE MADRID, algo parecido a los actuales Boletines Oficiales, anuciaba plazas de maestros para cubrirse por oposición, entre ellas una de maestra para la Escuela elemental de niñas de Torrelaguna dotada con un sueldo anual de 550 pesetas.
sábado, 24 de agosto de 2013
III. RENTAS DE 1822
"...El Congreso de las Cortes aprueba, el 29 de junio de 1821, una Real Orden por la que se suprimía medio diezmo en las aportaciones de los fieles para el mantenimiento de sus párrocos....El Cardenal Arzobispo de Toledo, don Luis María de Borbón, a través de la Junta Diocesana, pidió a todos los curas, párrocos, ecónomos y tenientes de la Archidiocesis toledana que le presentasen un informe escrito en el que detallasen las rentas o ingresos que anualmente venían percibiendo en sus diversos conceptos,...con el fin de tener un diagnóstico fiable de la realidad existente". (Ángel Fernández Collado, "Las rentas del clero en 1822").
Algunos de los informes como en esta caso de los pueblos de Venturada y Rascafría, pertenecientes al Arciprestazgo de Buitrago, llevan adosados comentarios de los curas párrocos que nos dan una idea de la dura realidad existente. El cura de Venturada, Fernando Dionisio Chicote, en su informe de noviembre de 1822, relata:
"El pueblo lo componen pocos vecinos y carece de los alimentos básicos para la vida, por ello es necesario sostener un mozo y una caballería para proveerse de ellos en Torrelaguna. Está situado en la carretera de Madrid para Burgos y Francia y pasan por el numerosos pordioseros que solicitan limosna en la casa rectoral; igualmente, cuando pasan oficiales, coroneles y generales, todos quieren alojarse en la casa rectoral por ser la más decente, según dicen, y es necesario hacer sacrificios con ellos, atediéndoles, para no quedar con la nota de grosero."
El cura de la villa de Rascafría, Manuel María Cortés y Martinez, cuenta de alguna de las circunstancias particulares del pueblo debidas al frío y la nieve:
"En todos los meses del año, en un mismo día, se experimentan frecuentemente la alternativa de las cuatro estaciones en su mayor rigor..., en los meses de invierno la nieve nos deja sepultados vivos sin otro medio de comunicación que la salida por Buitrago ..., a las circunstacias provenientes de la montuosidad y escabroso del terreno se añaden los riesgos efectivos de animales dañinos (lobos), que en las noches de invierno vagan desvergonzadamente por las calles del pueblo haciendo muchas veces presa en los perros que quedan fuera de las casas."
Monasterio de El Paular en Rascafría (Madrid)
Algunos de los informes como en esta caso de los pueblos de Venturada y Rascafría, pertenecientes al Arciprestazgo de Buitrago, llevan adosados comentarios de los curas párrocos que nos dan una idea de la dura realidad existente. El cura de Venturada, Fernando Dionisio Chicote, en su informe de noviembre de 1822, relata:
"El pueblo lo componen pocos vecinos y carece de los alimentos básicos para la vida, por ello es necesario sostener un mozo y una caballería para proveerse de ellos en Torrelaguna. Está situado en la carretera de Madrid para Burgos y Francia y pasan por el numerosos pordioseros que solicitan limosna en la casa rectoral; igualmente, cuando pasan oficiales, coroneles y generales, todos quieren alojarse en la casa rectoral por ser la más decente, según dicen, y es necesario hacer sacrificios con ellos, atediéndoles, para no quedar con la nota de grosero."
El cura de la villa de Rascafría, Manuel María Cortés y Martinez, cuenta de alguna de las circunstancias particulares del pueblo debidas al frío y la nieve:
"En todos los meses del año, en un mismo día, se experimentan frecuentemente la alternativa de las cuatro estaciones en su mayor rigor..., en los meses de invierno la nieve nos deja sepultados vivos sin otro medio de comunicación que la salida por Buitrago ..., a las circunstacias provenientes de la montuosidad y escabroso del terreno se añaden los riesgos efectivos de animales dañinos (lobos), que en las noches de invierno vagan desvergonzadamente por las calles del pueblo haciendo muchas veces presa en los perros que quedan fuera de las casas."
miércoles, 21 de agosto de 2013
II. RENTAS DE 1822
Iglesia de Santa María de la Varga en Uceda (Guadalajara)
Apenas hacia una década de la guerra que la nación tuvo con Napoleón y tanto la iglesia como la sociedad española parece que empezaban a levantar cabeza tras los desastres. Pero continuemos con el libro en el que nos detalla el "valor del curato" de algunas poblaciones o la capacidad de extraer rentas del territorio sobre el que ejercía el sacerdote su jurisdicción espiritual:
Cardoso 11.000 reales, Matarrubia 8.800 reales, Torrelaguna 12.000, Cabida 3.600, Patones 2.200, Majaelrayo 18.000, El Cubillo 12.000, Robledillo de Mohernando 12.500, Redueña 6.000 y Valdepeñas de la Sierra 9.500 (destaca la capacidad de las rentas en Majaelrayo, seguramente llevaría adosadas las de algunos de los denominados pueblos de la "arquitectura negra").
Lleno de curiosidades por ejemplo el cura párroco de Uceda en 1822 se llamaba José Manuel de Caldas y estaba ayudado por un capellán sin licencia para confesar a causa de su sordera por lo que era necesaria la ayuda de un teniente cura.
Continuara...
martes, 20 de agosto de 2013
I. RENTAS DE 1822
Del libro, "LAS RENTAS DEL CLERO EN 1822: ARZOBISPADO DE TOLEDO", de Ángel Fernández Collado, tomo algunos datos relativos al Arciprestazgo de Uceda al que pertenecía Torrelaguna.
En la Junta Diocesana de Toledo se recibieron 18 informes de los curas del Arciprestazgo de Uceda, correspondientes a las parroquias de: Uceda, El Cardoso, Viñuelas, Matarrubia, Campillo de Ranas, Torrelaguna, Villaseca de Uceda, Cabida, Patones, Majaelrayo, Robledillo de Mohernando, El Cubillo, Redueña, Torremocha del Jarama, Colmenar de la Sierra, Bocígano, Valdenuño Fernández (que pocos pueblos tienen apellido) y Valdepeñas de la Sierra.
-.Productos cultivados: trigo, cebada, centeno, avena, garbanzos, patatas, viñas y olivos.
-.Otros productos: corderos, pollos, lechoncillos, lana, frutas, verduras, aceite, cañamo, judías, cebollas, nabos, nueces, miel, cera y leche.
-.Precios de los productos:
Torrelaguna: trigo a 25 reales la fanega, cebada a 14 reales
Cabida: centeno a 14 reales la fanega
Majaelrayo: centeno a 20 reales la fanega, garbanzos a 70 reales
Torremocha: cebada a 16 reales la fanega, lino a 3 reales la maña.
-.Misas cantadas a 8 reales en Bocígano.
.-Misas rezadas a 4 reales en Torrelaguna y Redueña.
Continuara....
sábado, 22 de junio de 2013
LA TORRE DEL RELOJ DE POPAYÁN
Los Bernardo de Quirós poseyeron mayorazgo en Tordelaguna, obras hicieron algunos de sus miembros en la villa como el Convento de las Concepcionistas y el Hospital de la Santísima Trinidad, hoy queda apenas una calle que los recuerde con su nombre, la que está nada más salir por el Arco de Burgos. En Tordelaguna también nacería el que sería obispo de Popayán en Colombia, Cristóbal Bernardo de Quirós, que quizá para no perder sus antecedentes familiares mandó construir a su costa en 1682, ante el peligro por desniveles y humedades de la catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Popayán, adosar lo que se conoce como la Torre del Reloj que la sustentase. A su muerte el 11 de mayo de 1684, Cristóbal fue enterrado en esta basílica al pie del altar de la Virgen de la Inmaculada. Tiempo atrás en 1671 había recibido con todos los honores a un paisano suyo, Melchor Liñán y Cisneros, para entregarle el mando del Arzobispado de Charcas en la actual Bolivia, antes de que este llegase a ser Virrey del Perú.
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